Para todos los que tenemos animales, nuestro mayor temor es que si nos pasa algo, nuestro peludo se quede desamparado. Por Adaac ya han pasado varios casos similares, familiares que se desentienden de familiares. Y así apareció Claris, una gatita abuela de doce años, super delgada, con las patitas abrasadas y pidiendo ayuda desesperadamente ante la mirada impasible de la gente.

 

Por suerte para Claris, Colmenar está dotada de puntos "refugio" para gatos y dió con uno de ellos. Como todas las colonias están controladas, su gestora activó el protocolo, se hizo lectura del chip y conseguimos los datos necesarios para devolverla sana y salva a su dueño. Desafortunadamente, el número de teléfono ya no existía porque su humano habia fallecido y los familiares desalojaron a Claris tras doce años de convivencia con seres humanos. Un animal que sólo ha conocido sofá, mantita y latitas no sobrevive en la calle. Sabemos que hay gente que no se quiere enterar y por ello ADAAC ha interpuesto una denuncia.

Lo más importante ahora es que Claris está a salvo y esa mirada triste y perdida, está cambiando a felicidad y esperanza. Tras su revisión veterinaria en @cvlosarcos, Claris sigue con blastoestimulina para las abrasiones de sus patas, almohadillas y orejas. Para el constipado está en tratamineto con un mucolitico y están subiendo sus defensas y la flora con animastrah y fortiflora.

 

Esperemos que la denuncia se resuelva pronto y esta abuelita pueda encontrar una familia que si la valore y disfrute de sus últimos años junto a ella. Mándale energía a esta guerrera